sábado, 10 de septiembre de 2011

¿Cuánto ganas?

He trabajado muchos años con las nóminas de grandes empresas de España, tanto públicas como privadas, por lo que siempre he tenido acceso a la información de los sueldos que ganaban todos los empleados de dichas empresas. En bastantes ocasiones algunas personas me han preguntado – Oye Liber, ¿me podrías decir cuánto gana Fulanito? Es que quiero ver si puedo pedir más, etc.. etc… Mi respuesta siempre suele ser la misma. – Mira, te voy a hacer un favor esta vez y NO te lo voy a decir por dos razones; porque profesionalmente me dejaría en mal lugar a mí por revelar datos confidenciales pero sobre todo por ti. Si te lo digo te vas a hacer mala sangre y te vas a cabrear.
Siempre ocurre. Le dices a alguien lo que gana una persona conocida y la reacción jamás es pensar en que la remuneración es justa. En más de 15 años nunca me ha ocurrido. ¿Pero cómo es posible que Fulano gane eso con lo inútil que es? Debe tener un padrino. Pues con lo que trabaja me parece que es poco. En el caso de mujeres no quieran oir las barbaridades que se dicen.
Si algo he aprendido al respecto es que siempre hay gente que gana menos que tú y siempre los hay que ganan más. Y nuestra información siempre es limitada e imperfecta y nos tenemos que guiar por indicios. Si una persona de una empresa gana tres veces lo que tú normalmente es que tiene una responsabilidad diferente, una preparación diferente y unas circunstancias diferentes. Y es muy difícil entrar a valorar sobre si es justo o no.
Esta semana han salido a la luz las declaraciones de bienes de los diputados y senadores y ha sido como tirar un trozo de carne en las jaulas de los lobos hambrientos. Todo el mundo se ha lanzado a cotillear y a llegar a conclusiones demagógicas y seguro que erróneas. Que si uno de IU tiene fondos de inversión, que si uno del PP no declara viviendas, que si los del PSOE están forrados, etc. etc. Pero vamos a ver ¿qué se esperaban? Que una persona con un sueldo elevado o más durante años tenga una o dos casas, coches y acciones es lo normal. Que otro tenga un millón de euros o 20 viviendas, sí, es lo normal. Es normal que haya diputados con negocios previos, patrimonios elevados, y mucha pasta en general. Si tuviésemos un congreso de indigentes sería para preocuparse.
Como verán ha sido un ejercicio sociológico-cromático estupendo de hacerse mala sangre colectivamente, colores verdes de envidia, rojos de indignación, amarillos de preocupación del qué dirán, blancos de inocencia perdida y negros de conciencias culpables.
Ya les dije que mejor no miraran, que no quisieran saberlo, pero para los que han cotilleado una frase del duo San Juan + Liber.

“La verdad os hará libres, pero mucho más desgraciados”