sábado, 29 de mayo de 2010

Por las malas

Disculpen mi pereza de la semana pasada, pero diversos eventos familiares no me dejaron tiempo para escribir. Casi mejor, viendo las noticias que se han producido. ¿Cuánta gente conocen a la que le vayan a bajar el sueldo? Yo varias, y les garantizo que no les ha hecho ninguna gracia. Por cierto, si conocen algún funcionario que a pesar del recorte siga pensando en votar a ZP por favor háganmelo saber ya que estaremos ante un rarísimo especimen.

La bofetada real va a venir el mes de Julio, que será cuando cobren su disminuida nómina el 28 de Junio y cuando vayan a hacer la compra el 1 de Julio verán que todo sube un 2% de IVA más lo que los inteligentes comerciantes españoles quieran redondear al alza al igual que se hizo con el euro. Tal vez todo se complique cuando la factura de la luz vuelva a encarecerse por la subida de tarifa prometida para el mismo mes y el efecto multiplicador del IVA sobre la base y el impuesto especial eléctrico.

Tengo varios conocidos que la verdad están muy bien pagados y no tienen problema alguno para llegar a fin de mes y estas medidas no les afectan en absoluto, pero la clase media, la media de verdad, la que tiene que esforzarse para todo, la que llega justito a fin de mes con un pequeño remanente que puede destinar a ahorro está (estamos) realmente jodidos. Un ejemplito.

Imaginen un hogar con dos sueldos que sumen 2500€ netos al mes. Imaginen que de esa renta se dedica al consumo de comida y servicios básicos dos tercios de la misma. Un dos por ciento de aumento del IVA implica 33 euros menos al mes, o sea 400 lereles menos al año. Si el salario ha sido reducido un 2% por el tijeretazo ya que uno de los dos es funcionario son 125 pavos menos. Genial ¿no? ¡525 euros menos para gasto en cada familia! Hemos bajado un par de peldaños en la pirámide de Maslow.

Pero no hemos terminado todavía. Lamento extenderme pero les debo un post desde la semana pasada. El INE afirma que la inflación ha subido el último mes al 1,8%. Pero uno que es desconfiado por naturaleza se acuerda de que la inflación subyacente ha entrado en deflación el mes pasado. ¿No parece un poco contradictorio? Pues no. Lo que significa si se leen los enlaces que les proporciono, es que bajan de precio los bienes que podríamos considerar no necesarios o sustituibles (subyacentes) y que la electricidad, combustibles y alimentos parece que suben, sobre todo los primeros. Si lo piensan en términos de país el tema es más que alarmante porque significa que lo básico, los bienes y servicios de los que no podemos prescindir, la base de la pirámide de Maslow sube de precios mientras que los que proporciona bienestar extra, industrias y servicios que generan empleo, etc. bajan precios y pueden caer en una espiral deflacionista que les lleve al cierre. Además los impuestos prometidos van a acelerar este proceso porque los comerciantes pueden asumir el incremento del IVA pero seguro que Iberdrola, Gas Natural o Repsol no lo hacen. Dicho de otra manera, su renta se debe dedicar cada vez más a la subsistencia y cada vez menos a aumentar su calidad de vida.

El gobierno ha decidido que lo que rompió por las buenas se debe arreglar por las malas y en eso estamos.


domingo, 16 de mayo de 2010

¿Nadie va decir nada?

Esta es la semana en la que todo lo que he escrito durante año y medio se concentra en un post. Empecé a escribir este blog porque las subidas de impuestos y de precios en servicios básicos me dio la horrible sensación de bajada de nivel de vida. Hoy puedo confirmar todo lo que he ido escribiendo al respecto con el triste consuelo de ¡ya lo dije yo!

Las medidas que el Miércoles pusieron a todos en pie de guerra son a día de hoy otro mero anuncio ya que en el Consejo de Ministros del Viernes no se ha decretado nada al respecto. Si no ha dado tiempo es porque se ha improvisado como dice la oposición o bien porque no se va a hacer, pero el efecto anuncio queda. Ya lo dije en Febrero.

Por otra parte, algunos ministros andan diciendo por ahí que hay que apretar algo más el tornillo de los impuestos, además del IVA que ese seguro que se aplica. Igual que los impuestos especiales que ya los disfrutamos y que quieren volver a subir. Ya lo dije en Octubre, Septiembre, Junio, etc. Como siempre, esta parte seguro que se cumple.

El tema de las subvenciones a las renovables parece que ya está estallando porque no se puede mantener el chiringo de los amiguetes del gobierno y los listos que han ido a pillar las primas de los huertos solares. De esto me vengo quejando originariamente desde hace año y medio. En fin, que por no aburrir vamos directos a lo que quiero plantear.

Durante el anterior gobierno escuché caceroladas nocturnas y manifestaciones multitudinarias en contra de temas que nos tocaban muy de refilón. Durante este gobierno, la oposición ha convocado manifestaciones por temas mayormente religiosos. Ahora que bajan sueldos, suben impuestos y parece que estamos en estado de excepción y preguerra (como ya dije en Marzo y Octubre) ¿nadie va a decir nada? Todo lo que está ocurriendo ¿no es suficientemente importante? Que el futuro de su familia esté claramente comprometido por la falta de oportunidades y una deficiente educación ¿no nos motiva para quejarnos?

Oiga, que hablamos de reducciones salariales a tres millones de ciudadanos, y congelación de pensiones, y que lo normal es que su nómina este año sea menor que la del pasado. Hablamos de millones de parados y de no llegar a fin de mes. ¿Nadie va a decir nada?

sábado, 8 de mayo de 2010

Porqué a los sindicatos no les interesa una reforma laboral

Una vez planteada esta tesis, intentaré lanzar las hipótesis que lo justifiquen de una manera aséptica desde un punto de vista meramente económico.

¿Qué es un sindicato? Según la RAE es una asociación de trabajadores constituida para la defensa y promoción de intereses profesionales, económicos o sociales de sus miembros. ¿De qué viven los sindicatos? De sus afiliados y las cuotas que detraen de sus salarios además de las subvenciones que puedan obtener del Estado. Por lo tanto el target de los sindicatos no son los parados, ni los pensionistas, ni las amas de casa sino los trabajadores activos.

¿Qué persigue la reforma laboral? En España lo que persigue es la flexibilización del mercado de trabajo. ¿Y eso que significa? Dos cosas que se funden en una. Por una parte permitir o facilitar la contratación de nuevos trabajadores bonificando las cuotas sociales, facilitando los trámites, etc. y por otra parte facilitar la extinción de los contratos de trabajo ya existentes en caso de necesidad, abaratando el despido, incluyendo nuevas causas objetivas del mismo, etc. Estas dos vías deben confluir en un gran objetivo que es hacer más fácil la entrada y salida de trabajadores en las empresas de forma que los empresarios no tengan miedo a contratar para no hipotecarse a futuro con los derechos adquiridos del contratado y que los trabajadores no tengan tanto miedo a perder su puesto de trabajo porque la facilidad de encontrar otro aumenta. Eso es flexibilizar el mercado de trabajo.

Y aquí es donde chocan los intereses. Vamos a dar por buena la aproximación de que hay 5 millones de parados y 15 millones de trabajadores y que la flexibilidad antes descrita pudiera poner a trabajar a 2 millones de esos parados. Tal y como hemos definido antes, los sindicatos estarán mucho más interesados en defender los derechos adquiridos de los 15 millones de trabajadores que facilitar la entrada de esos dos millones. El cambio sustancial es que los que ya “están dentro” no quieren jugar con las nuevas reglas de que es más fácil perder tu trabajo y más fácil encontrar uno nuevo. Es posible que para que el saldo neto sea dos millones de parados menos, otros dos millones hayan tenido que cambiar de empleo por el camino y con ello sus derechos adquiridos.

Los sindicatos por lo tanto lo tienen claro. Sólo aceptan las medidas en un sentido que es la de incorporar trabajadores al mercado pero no lo tocante al despido. Pero como saben también que no se puede sostener el sistema sin las cuotas sociales tampoco aceptan la reducción de las mismas. Y la negociación social se convierte en lo que tenemos ahora; un diálogo de sordos.

De lo que se deduce el título de este post. A los sindicatos no les interesa la reforma laboral porque va en contra de sus intereses