domingo, 6 de noviembre de 2011

La desaparición de la clase media

Lo veía venir en 2008 y lo empecé a denunciar en este blog a partir de 2009. Lo de los 400€ me puso en alerta. Cuidado Liber, que lo que fácil llega, fácil se va; easy comes, easy goes que dirían los anglosajones. Demasiado bonito para ser verdad. Al año siguiente se acabó la alegría, esa que dura tan poco en casa del pobre. Y lo malo es que un montón de gente que nos consideramos clase media vamos de cabeza para pobres. La clase media desaparece señores, y las señales ya quedaron atrás. Lo que vemos ahora son pruebas reales de lo que digo.
En las últimas semanas y de labios de amigos, compañeros y conocidos con los que antaño me he ido a cenar a buenos restaurantes, he escuchado datos y cosas que son para ponerse nervioso. Me he dado de baja de la TV por cable porque total con los de la TDT son suficientes, del teléfono móvil, del seguro médico que la verdad, la Seguridad Social no está nada mal aquí. Estas navidades hemos quedado en que no nos hacemos regalos, bueno a los niños sí, pobrecitos, pero un detalle que no tienen ellos la culpa de cómo están las cosas. Compra más macarrones y más arroz  y la carne para el fin de semana que vienen mis padres y no quiero que se preocupen. El pescado ni se sabe el tiempo que hace que no lo comemos. El seguro del coche no podemos dejar de pagarlo pero lo hemos puesto a terceros que nos ahorramos un dinero. Este año no nos vamos de vacaciones, que es salir de casa y ponerse a gastar, y lo sufrimos hasta la extra de Navidad, vamos, que ni a la casa de Carcagente que nos dejan tus padres llena de comida, que no me merece la pena por diez días andar penando cuatro meses. Y es que la extra de Verano la guardo en un calcetín para comprar en Septiembre los libros de los niños y la ropa, que mira que crecen los condenados, y pidiendo marcas a su edad. Oye, menos mal que el frío ha llegado en Noviembre, porque me resisto a poner la calefacción, que el último leñazo de 300€ de calefacción nos dejó temblando. Y la electricidad, ya no sé que hacer para que no suba el recibo. Como no nos alumbremos con velas, yo no sé… Se acabó eso de comer de menú del día, que ahora me la llevo en un tupper y unos euros que me ahorro al mes. Igual que el coche para ir a trabajar, que lo dejo para días de lluvia y el resto en metro aunque tarde media hora más.
Todo esto lo he escuchado y algunas son de cosecha propia. Y la pregunta que habría que hacerse es ¿Adónde nos lleva todo esto? Pues lleva a que perdemos opciones de elección. Nos lleva a ser parte de una masa controlada desde lo más básico; salud, educación, alimentación, trabajo. Nos dirigimos a la proletarización de las masas en el sentido marxista, e incluso romano de la palabra. Nos lleva al final de la clase media. No se engañen; las clases sociales que no tienen nada que perder son las que están dispuestas a ceder libertad por bienestar y en esa pérdida de libertad la perdemos todos.