jueves, 29 de enero de 2015

Lo de Grecia es muy sencillo

El otro día hablando de los temas de actualidad mi querido amigo @JuliusLFairfax me puso un ejemplo para explicar la situación de Grecia y la UE que no puedo resistirme a contarles con ciertas libertades líricas. Imaginen la siguiente conversación entre Julius y yo:

Julius: Oye Liber, que este mes voy fatal de dinero y necesitaría que me prestaras 1.000€ para salir del paso.

Liber: ¡Pues claro amigo, aquí los tienes! Si puedes me los devuelves antes de verano que los necesitaré para una obra en casa.
(dos meses más tarde)

Julius: Oye Liber, mira lo que me ha pasado. Resulta que mi tele era muy pequeña y estaba bastante vieja  y con el dinero que me prestaste compré un televisor nuevo y estupendo que me costó 1.500€. He estado echando cuentas y sigo yendo pegadísimo de pasta así que me temo que no te voy a poder devolver los 1.000€. Tío, de verdad que lo siento.

Liber: Pero… pero… ¿no necesitabas el dinero para salir del apuro ese mes? No lo entiendo.

Julius: Bueno, es que otro amigo me prestó un poco más con lo que pude pagar los gastos corrientes y tenía que resolver el asunto de la tele vieja. Por cierto, que lo pagué con tarjeta y me va a llegar el cargo este mes y me faltan 500€ ¿Me los podrías prestar?

Liber: Pues no sé… los 1.000€ que no me vas a devolver me impiden hacer la obra y ahora ¿500 más? Mira no. Paso.

Julius: ¡Macho, que mal amigo! Yo necesito la pasta y tú no me ayudas… Por cierto, qué color rojo – morado te está subiendo a la cara. Yo me lo haría mirar.

En fin, que Julius me perdone la licencia poética de ponerle a él como Grecia, pero ¿A que se entiende muy bien?
A todos los defensores de los impagos de la Deuda y de las deudas yo les hago las siguientes preguntas (que bajo mi punto de vista son retóricas)
  •           ¿Quién obligó a Grecia a endeudarse  por dos veces el valor de su PIB?
  •           ¿Quién obligó a los gobiernos griegos a no invertir esos fondos en economía productiva e infraestructuras en vez de gastarlo repartiéndolo entre funcionarios, amiguetes y votantes?
  •           Si no devuelven las ingentes cantidades de dinero gastado ¿Quién puede obligar a la UE a prestarles más?
  •           ¿Quién es el culpable de un impago? ¿El prestamista o el prestatario?

Lo de Grecia es muy fácil; se les dejó un dinero que ellos pidieron para gastarlo en comprar votos en vez de mejorar el país. Se acostumbraron a que había un grifo abierto permanente sobre el que no había que dar explicaciones. El maná del cielo. Y cuando llegó el momento de pagar la cuenta vienen las lamentaciones.

Pues bien, los griegos como personas me dan mucha lástima y comprendo su aflicción pero como país están sufriendo lo que han cultivado. Por desgracia, la cosecha va a ser muy amarga.