miércoles, 10 de octubre de 2012

Va a montar una empresa…


El otro día coincidí con un el hermano de un amigo al que no veía desde hacía varios años. Sabía que había tenido problemas en su empresa pero nada como sus propias palabras para apreciar el pensamiento de muchos emprendedores de este país que se descompone.

Este chico se puso a trabajar digamos hace 15 años en su empresa. Con su creatividad e imaginación logró ganar muy buenos clientes y contratos por lo que prosperó bastante. La empresa daba dinero y el trabajo entraba sin problemas. De esto me iba enterando por su hermano y por él con el que coincidí en casa del primero varias veces. Las cosas iban bien.

Contrató hasta una docena de personas entre los que se contaban incluso amigos suyos a los que acogió en su empresa. Y como el trabajo entraba y los ingresos también, todos eran felices.
Hasta que llegó el 2008 y la crisis que no existía según el papanatas que nos presidía por aquel entonces, empezó a hacer de las suyas. Los clientes empezaron a retirarse, a reducir contratos  y el dinero empezó a ser más escaso. Alguna empleada le salió “rana” y amparándose en las leyes de entonces se pasó cobrando y sin ir a trabajar año y medio. Finalmente obtuvo un despido con indemnización de unos 20.000€

Cuando la crisis se acentuó y los contratos disminuyeron hasta un punto inaguantable hubo que despedir personal. Cada persona que despedía y a la que había que pagar unos 18.000€ de indemnización hundía un poco más la empresa y obligaba a despedir más hasta que tuvo que cerrar. Toda la empresa y el patrimonio que había conseguido se deshicieron y desapareció en manos de otros y él se quedó sin nada. Como castigo por haber dado trabajo a doce personas durante años se quedó sin nada, incluso sin los amigos que había contratado.

Liquidó lo que pudo, y siguió trabajando desde su casa con su mujer. Está logrando rehacerse y ha recuperado algunos clientes. Sobrevivirá.
Me dijo que se sentía como en el punto de partida, empezando de cero pero con tres hijos que mantener y sin la fuerza que da tener veintitantos. Está pensando en volver a instalarse en una pequeña oficina él y su mujer pero al preguntarle si iba a volver a montar la empresa me dijo la frase clave que lo resume todo.

“Va a montar una empresa su puta madre”